jueves, 14 de abril de 2011

t - u




No importa cuántas veces pase o deje de pasar,
no importa si me miras o no,
o si en tus silencios guardas las palabras que tanto anhelo
tampoco importa que me quieras, ni siquiera que te guste
a nadie le interesamos más que a nosotros mismos.
Me conformo
con ver mover tus manos,
mientras las escondes en esos bolsillos infinitos,
llenos de tantas desilusiones,
o mientras juegas con tus dedos en un circulo
que no empieza y no termina.
No me importaría que mintieras,
ni que me usaras como una marioneta,
no importaría si tus ojos cansados dejaran de mirarme,
que tu pelo se caiga o se vuelva gris,
o que dejaras de intentar algo conmigo
sólo porque tras esos labios ya no quedan palabras de amor,
para esta que espera, mientras toma un café, mientras fuma un cigarro
mientras se le va la vida de a poco.
A esta, que no le importaría si engordas, si encoges, si ya no hablas más
si dejaras de mecer tu cuerpo tras esos pasos inseguros
o si esa sonrisa frágil no se dibujara
no importaría nada si estuvieras conmigo.
Que cuando preguntes ¿por qué?
sólo responderé “te amo”,
y para cuando quieras saber cuándo,
siempre será “ahora”.
Si te sientes agobiado, si el pasado se clavara en tu pecho
no diré nada, sólo lanzaré un abrazo,
con los ojos cerrados,
para que puedas llorar sin miedo
y tal vez, abrazarme de vuelta.
Para cuando quieras compañía
buscaré hasta amigos imaginarios que te sigan,
y si el miedo te dejara sin voz,
te recogiera despacio y no te dejara hallar la salida,
enviaría cada uno de mis ángeles a cuidarte,
a hacer que, una vez más, vivas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario