Incondicional

Despertar un día y darse cuenta que la única cosa que quieres en esta vida es aprovechar cada simple bocanada de aire que invade tus pulmones y te llena de vida, crear. Despertar sabiendo que la sonrisa, el abrazo, los agradecimientos de una persona es la mejor paga que podrías tener jamás, que ayudar es equivalente a ayudarte, crecer, sentirte tranquilo, aprender, compartir, ser feliz.
Despertar un día para darte cuenta que el pasado no ha significado nada y que el presente ya no existe más. Disfrutar cada momento, cada oportunidad, hacer de cada sueño una materialidad. Sin que nadie más que tu diga que es lo correcto y que no, sentir el mundo a tu alrededor, sentirte, ver lo que llevas contigo, lo que emanas, el poder de tus palabras, de tus propias manos, de las ideas que pueden cambiar el mundo, de la unión. Decisiones sabias, paciencia. Atreverse sin miedo a buscar lo que se quiere, sin vivir a la sombra de lo que los demás quieren para ti, ni del dinero, ni de la costumbre que envenena el alma y amarga los corazones. Sin caer en la droga de los placeres fáciles y del efecto secundario llamado vacio.
Deja que tu corazón diga y tu mente calle, que tus ojos brillen destellantes, que la alegría se exprese en cada sonrisa, en cada pensamiento, en cada palabra. Entrega todo lo que tengas y recibirás lo que precisas. Ordena tu habitación, ordena tus sentimientos, ordena tu vida. Si tienes amor, disfrútalo como si fuera el gran amor de tu vida, el único, entrega romanticismo incondicional, éxtasis, aventura, entrega lo mejor que tengas, si se queda, no pierdas eso nunca, pero si se va, sufre, llora, grita y nunca te arrepientas de todo lo que entregaste,pues vale más lo vivido que el resultado de aquello. Que no se ahogue el tiempo en los pensamientos, por el contrario, que el tiempo se aproveche por acciones valiosas, significativas, que llenen el alma, que den alimento necesario a tu boca y satisfacción. Incondicional. Sin expectativas, sin esperar nada… existiendo.